La importancia del aceite en tu motor.

En el mundo de la construcción, las máquinas ligeras como apisonadoras, torres de luz y allanadoras son herramientas indispensables que enfrentan exigencias diarias para garantizar que los proyectos avancen sin contratiempos.

Un componente clave para mantener su rendimiento óptimo y extender su vida útil es el aceite del motor.

Sin embargo, la relevancia de cambiar el aceite en el momento indicado a menudo se pasa por alto.

Empecemos hablando sobre una de las características más importantes al hablar del aceite de motor, la cual es la viscosidad; ésta, en su definición más simple, es una medida de la resistencia de un lubricante a fluir, aunque a menudo se explica como el “espesor” o “delgadez” del aceite.

Gracias a esta propiedad, se logra formar algo conocido como “cuña hidrodinámica” o “espesor de la película”, que separa las superficies de las máquinas, esta capa es crítica, pues evita el contacto directo entre superficies metálicas encontradas dentro de los componentes móviles y estáticos de un motor de combustión interna.

La eficiencia de este espesor de película depende de la viscosidad del lubricante, sin embargo, la viscosidad no es una propiedad estática, sino que ésta cambia debido a la influencia de distintos factores, entre los que se encuentra la temperatura, pues generalmente, la viscosidad aumentará (o se espesará) a una menor temperatura, teniendo un efecto contrario a mayor temperatura.

La Sociedad de Ingenieros Automotrices (SAE, por sus siglas en inglés) desarrolló una escala, tanto para motores (grados para aceite de motor) como para aceites de transmisión.

La viscosidad del aceite se mide por su resistencia al flujo. Hay dos números que definen la viscosidad del aceite. El primer número termina con la letra “W”, del inglés “Winter” (invierno). 

Esta medición está relacionada con cómo fluye un aceite en frío, como en el arranque del motor; califica el flujo (viscosidad) del aceite a cero grados Fahrenheit (-17.8 grados Celsius). Cuanto más bajo es el número, menos se espesa el aceite en climas fríos.

 

El segundo número “XX” se define por la forma en que fluye el aceite cuando se encuentra a temperaturas más altas, temperaturas normales de funcionamiento del motor (100 grados centígrados, aproximadamente) y representan la resistencia del aceite al “adelgazamiento” a altas temperaturas.

Por ejemplo, el aceite con un grado 5W-30 se espesa menos que el aceite con un grado 10W-30 en climas fríos. El aceite con un grado 5W-30 es más delgado a altas temperaturas en comparación con los aceites con un grado 5W-40, como se puede observar en la siguiente tabla.

Figura 1 - Tabla obtenida de blog.rodiautosport.es - "Graduación del aceite de coche: Todo lo que debes saber sobre viscosidad y el índice de viscosidad" (°C)

Motores de Combustión Interna

Los motores de combustión interna tienen un conjunto de necesidades de lubricación. Estas necesidades están fuertemente influenciadas por el diseño de la máquina, las cargas operativas y la velocidad al trabajar; estos 3 conceptos son quienes dictan la viscosidad requerida del lubricante.

 

Para entender la importancia del aceite de motor, es primordial conocer las funciones que desempeña:

  • Limpieza y lubricación: A medida que el motor trabaja, partículas contaminantes como restos metálicos provocados por el desgaste interno, polvo proveniente del ambiente en el que se encuentre el motor y otros subproductos de combustión se incorporan al aceite.

Un buen aceite contiene aditivos dispersantes y detergentes diseñados para atrapar estas partículas y mantenerlas en suspensión, lo cual previene que éstas se adhieran a las superficies.

 

También cumple con la función de lubricación al crear una película entre las superficies de las piezas móviles del motor, reduciendo así el desgaste de las mismas y el desprendimiento de residuos sólidos que pueden generar daños significativos a los componentes del motor.

 

  • Refrigeración: La temperatura óptima de funcionamiento de un motor, generalmente, se encuentra entre los 85°C y 105°C; sin embargo, al estar trabajando el motor, debido a la fricción entre los elementos móviles, puede llegar a alcanzar temperaturas superiores a los 150°C, dañando en un periodo de entre 1 y 5 minutos el motor; sin embargo, gracias al uso del aceite adecuado, podemos evitar este aumento de temperatura, pues el aceite también cumple la función de refrigeración, ya que reduce la fricción entre las piezas metálicas móviles a través de la película de aceite que circula entre ellas.
  • Protección: El proceso de combustión en los motores genera subproductos como óxidos de nitrógeno (NOx) y dióxido de carbono (CO2).

Estos óxidos, combinados con la humedad ambiental o vapores internos, pueden formar ácidos débiles como el ácido nítrico o carbónico. El problema viene cuando estos ácidos interactúan con las superficies metálicas del motor y sus partes móviles, pues generan corrosión.

 

El aceite, debido a sus propiedades y su composición, combate la corrosión provocada por dichos óxidos y neutraliza los ácidos.

 

  • Hermeticidad: El aceite de motor actúa como un sellador que ayuda a minimizar fugas internas. Esto debido a la capacidad que tiene el aceite para llenar los espacios microscópicos que hay entre las superficies metálicas de componentes como cilindros y pistones.

El aceite forma una delgada película que actúa como una barrera entre el cilindro y los anillos del pistón, evitando que gases de combustión se filtren hacia el cárter y manteniendo la compresión necesaria para un funcionamiento óptimo del motor, lo cual no solo mejora la eficiencia energética, sino que también reduce el desgaste que podría originarse por una mayor exposición a contaminantes.

El aceite del motor no es eterno, su calidad y eficacia disminuyen con el paso del tiempo. Un aspecto de suma importancia a tener en cuenta es el de cuándo cambiar de aceite, pues el aceite se degrada con el tiempo y con el uso.

 

La degradación del aceite ocurre debido a factores como la oxidación, la contaminación y la pérdida de aditivos. Desde que el envase es abierto, el oxígeno presente en el aire reacciona con los compuestos químicos del aceite, proceso conocido como oxidación.

 

Este proceso forma ácidos y lodos que afectan la lubricación. Dentro del motor, la exposición a altas temperaturas, restos de combustión, partículas metálicas y agua aceleran la degradación. Por ejemplo, en motores de gasolina, el aceite puede formar depósitos carbonosos si las temperaturas alcanzan más de 150°C por periodos prolongados sin una buena lubricación.

¿Qué sucede si no cambias el aceite a tiempo?

Ignorar el cambio de aceite en los intervalos recomendados por el fabricante puede derivar en consecuencias muy serias para el motor, algunas de las cuales pueden ser:

Figura 2 - Aceite
  • Mayor desgaste: El aceite degradado no lubrica adecuadamente, lo que reduce el tiempo de vida de las piezas internas del motor.
  • Sobrecalentamiento: Un aceite viejo pierde su capacidad refrigerante, lo cual puede generar fallos críticos en el motor.
  • Acumulación de residuos: Como mencionamos anteriormente, el aceite cumple una función de limpieza; un aceite degradado no podrá cumplir por completo con esta función, lo cual puede provocar taponamientos en conductos de lubricación y la formación de depósitos de residuos sólidos en las piezas del motor.
  • Pérdida de potencia: El motor pierde eficacia, afectando directamente su rendimiento al realizar su trabajo.
  • Fallas costosas: Un motor sin el mantenimiento adecuado puede sufrir de daños severos e irreversibles, lo que conlleva reparaciones caras o el reemplazo completo del motor.

Para evitar estos daños es que se debe cambiar el aceite, siguiendo las recomendaciones del fabricante, recordando utilizar el grado adecuado para cada motor.

Conclusión

Como conclusión, podemos decir que cambiar el aceite del motor en los rangos de tiempos indicados por el fabricante, no solamente asegurará que tus máquinas operen a su máxima eficiencia, sino que también evitará costos elevados por reparaciones o reemplazos.

 

Un motor bien cuidado es una inversión que mejora la productividad de la máquina y prolongará la vida útil del motor.

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